Me parece tan bella y fecunda la idea de las cuerdas de la zanfona y las cuerdas vocales, pasando a través de la MEMORIA de siglos de estos dos instrumentos arcaicos, tejiendo puentes entre antigüedad y vanguardia, Oriente y Occidente que ahí estuve mas de un año pariéndolo.
El resultado sintetizar lo clásico, lo popular y lo experimental y ¿cómo no? el humor-reflexión siempre presentes.
Lidia Blanco
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