PEDRO LUIS RAOTA, FOTÓGRAFO
Pedro Luis Raota, es el fotógrafo argentino (chaqueño) que está considerado como uno de los 10 mejores de la historia, catalogado como uno de los máximos exponentes de la fotografía americana y como el fotógrafo argentino que más premios ha recibido. Claro que para buena parte de la gente este nombre pasa casi desapercibido, pero si nos ponemos a buscar un poquito, seguro que casi todos hemos visto alguna vez una de sus fotos.
Me animo a decir que Raota dibujaba sus fotos cuidando cada detalle, previendo hasta lo espontáneo, y también que en sus composiciones hay un misterioso nexo con algunas pinturas europeas del siglo XVII; como si Ingres, David o Velazquez se hubiesen reencarnado en Raota. Cuando sea grande quiero ser como Raota, hacer las fotos como él las hacía.
"Un fotógrafo piensa una imagen y si no existe la crea al igual que un director de cine", decía en respuesta a quienes criticaban que su obra estaba excesivamente "preparada", pobres pibes.
Pedro Luis Raota nació el 26 de Abril de 1934 en Presidencia Roque Saenz Peña, en la provincia del Chaco. Sus padres, granjeros, no esperaban otra cosa de él que una continuidad en el trabajo de la tierra. Cuando aún era muy joven ya sus ambiciones iban mas allá de la agricultura por lo que salió de su pueblo natal a descubrir el mundo. Se mudanza a la ciudad de Santa Fe de la Veracruz que fue la primera parada en su largo viaje. En ese lugar adquiere las primeras nociones de fotografía y su destino queda echado cuando decide vender su bicicleta para adquirir una cámara fotográfica. Y es así como comienza a ganarse la vida: haciendo fotos de carnet. Su segunda parada es en la ciudad de Villaguay, Entre Ríos, donde hace el servicio militar. En sus ratos libres acompaña al fotógrafo de la compañía ayudándolo o aprendiendo.
Luego del año de servicio se queda en esa ciudad, que finalmente resultó ser la puerta para el suceso. Pone un estudio fotográfico y comienza a trabajar intensivamente. Al principio no ganaba mucho y los días en que el dinero alcanzaba eran los menos. Pero una vez impulsado por el deseo de progresar ya nada podía hacerlo parar. Es en Villaguay donde logra sus primeros premios, los que lo incentivan a mostrar sus mejores fotos a un conocido fotógrafo del lugar. Este le aconseja adversamente dejar la fotografía artística y dedicarse a otra cosa. Sin embargo, convencido de su valor, lleva estas mismas fotografías a Buenos Aires donde, luego de algunos días, es invitado a exhibirlas en la apertura de una exposición. Este fue el impulso necesario para enviar sus fotos a cuanta exposición nacional e internacional que podía. Viaja por el país con su cámara a cuestas observando y aprendiendo siempre para luego mostrar su creativa y ya particular interpretación de la vida a su alrededor.La lista de sus premios es actualmente extensísima y a continuación nombramos algunos.
En el 1958 en el pequeño pueblo donde reside, por primera vez toma parte en un concurso fotográfico y se lleva el Primer Premio. Incentivando por ello envía sus obras a importantes salones en todo el país y, aunque sus fotografías no siempre son aceptadas y muy pocas de ellas reciben premios, luego de algún tiempo los jueces en el país comienzan a juzgarlas como las mejores.
En 1966 gana el Primer Premio en un concurso fotográfico organizado por Mundo Hispánico, una revista de Madrid (España), cuyo tema era Vida y Costumbres del Gaucho de la Argentina. Este fue el primer premio importante fuera del país a pesar de que ya había estado enviando sus fotos sin demasiada suerte, a diversos Salones Internacionales.
En 1967, al mismo tiempo que el Festival Cinematográfico de Cannes, se realiza una exposición fotográfica bajo el título Fotografías Insólitas. De entre 2500 participantes de todo el mundo gana el segundo premio.
Es desde 1968 donde comienzan a multiplicarse los galardones y trofeos:
Trofeo Cóndor de la Federación Argentina de la Fotografía, en Buenos Aires.
Monza (Italia) en la Primera Bienal de la Fotografía, donde obtiene el Primer Premio con su obra Drama.
Ese mismo año recibe premios en Mondovi (Italia), Johannesburgo, (Sud África), Londres, Turín, Reims.
Algunos más en concursos nacionales y en concursos de fotografía comercial.
En 1968 gana el SIP Mergenthaler de la Sociedad de Prensa Internacional, el cual gana por segunda vez consecutiva al año siguiente.
En 1969 recibe el más importante premio de su carrera: Premio al Mejor reportero Gráfico del Mundo, otorgado en la Haya (Holanda), lo que le da la oportunidad de viajar a Europa para recibirlo.
En 1969 gana primeros premios en Australia, Austria, Inglaterra, Francia, Italia y España.
En 1970 gana el premio Gaviota de Oro en el Certamen Mundial de la Fotografía en Lisboa (Portugal).
Es invitado como huésped de honor en Sud África, Francia, Holanda, Venezuela y España. En Bélgica se lo considera como unos de los 10 mejores fotógrafos del mundo.
En el Salón Internacional de la Fotografía de Hong Kong gana el Primer Premio por 3º años consecutivos: 1971, 1972, 1973.
También por tres años consecutivos gana el Primer Premio en Salón Mundial de la Fotografía en Singapur: 1971, 1972, 1973,1971.
En 1972 gana el Trofeo Charles Pompidou en París (Francia).
En 1974 gana un muy importante Premio al obtener el PRAVDA-74 en Moscú (U.R.S.S.). Este premio de Periodismo Fotográfico le significó un interesantísimo viaje por la Unión Soviética, donde pudo conocer un mundo diferente de aquél donde había comenzado su existencia.
En este país durante 45 días recogió importantísimo material que luego acrecentó en una serie de viajes en los años siguientes, permitiéndole recorrer Rumania, Hungría, Checoslovaquia, Libia, Israel, Marruecos, Estados Unidos.
Logra reunir fotografías de 28 países diferentes. Una recopilación de estas fotos fue luego mostrada al público de Buenos Aires en una exposición llevada a cabo en el Museo de Arte Moderno y luego recorrió el país en una muestra itinerante.
A fines de 1974 obtiene, entre otros, el Primer Premio en el Salón Internacional de Bangkok (Tailandia).
En 1975, el Primer Premio en los Salones de Southampton (Inglaterra) y en Wilmington (U.S.A.). País éste último donde conquista la Medalla de Oro en el Salón Internacional de Periodismo Fotográfico.
En Europa donde conquista el premio más importante del año al lograr la Bienal Mundial de EUROPA-75.
También el Trofeo Charles Kingsley en el Certamen Mundial de la Fotografía en New York (USA.), el cual gana nuevamente en 1976.
En 1976 gana primeros premios en Maitland (Australia), Rochester (USA.), París, San Francisco y el Primer Premio en el Kleuren, Festival de Morstel (Bélgica).
El acontecimiento de real importancia del año es cuando sus obras son requeridas para ser incluidas en el Museo de Arte Moderno de New York y en el Lonwieu Museum de Texas (USA).
En 1977 gana por tercera vez consecutiva en Hong Kong y también el Primer Premio en el Salón Internacional de Fotografía Periodística de Washington (USA.).
Ese año sale a la luz su primer libro bajo el título PEDRO LUIS RAOTA, donde recopila las más importantes fotografías logradas desde sus primeros tiempos. Este libro es editado en 5 idiomas.
En 1978 gana en Newcastle (Australia) y en Reims (Francia), donde expone como invitado de honor y la Biblioteca Nacional de París incluye una colección de 60 obras en su galería permanente.
En 1979 ganan en Argentina el Primer Premio en el Salón Internacional de Rosario y el de Buenos Aires e integra como Jurado Internacional la terna que decide los premios de Edimburgo (Escocia). Ese año también aparece su primer Portafolio denominado Imágenes Típicas Argentinas, que incluye una serie de imágenes características de su país.
En 1980, una colección de sus obras recorre Italia en sucesivas exposiciones ocurriendo lo mismo en Bélgica, mientras que en Australia una colección de 65 obras recorre diversas Universidades de ese país en una muestra itinerante.
Gana además el Primer Premio en los Salones de Andorra y Alicante (España). En Kuala Lumpur (Malasia) en el mismo Salón gana los tres primeros premios en la categoría color, monocromo y diapositivas.
El máximo halago lo constituyó el hecho de que sus obras sean incluidas en el Hall of Fame por el Permanent Collection Commitee de la Photographic Society of America.
Atrapado por el deseo de afincarse en su tierra, en 1981 comenza a funcionar en Buenos Aires el Instituto Superior de Arte Fotográfico, dirigido por él y secundado por un selecto cuerpo de profesores. Este centro de capacitación funcionó hasta 1986.
Se entusiasma por la fotografía color y edita un Portafolio sobre Gauchos con 12 temas que desperta el interés de los coleccionistas. Además, para alegría de sus constantes seguidores. A pesar de su repentina desaparición física el 4 de marzo de 1986, se lo considera uno de los diez mejores fotógrafos del mundo. Teniendo en su haber incontables premios otorgados por jurados de los cinco continentes, su arte y creación continúan sorprendiendo por su amor, realismo o crudeza.
Raota es, por sobre todas las cosas, un hombre sensible que sabe crear imágenes, plenas de patetismo o de ternura, de desbordante alegría o de demoledora impotencia y que supo forjar un lenguaje fotográfico de infinita claridad conceptual. Un arte que trasmite el rasgo más destacado de su creador: su honda e ilimitada humanidad que contribuye a rescatar las vivencias comunes a todos los seres humanos. A través de la lente. A través del alma.
Con el correr de los años Pedro Luis Raota desarrolló un estilo muy propio y personal. Sus fotografías, con fuertes acentos de luz resaltando sobre un fondo oscuro, han llegado a ser prácticamente, su marca registrada. Cualquier observador que tenga contacto diario con material fotográfico, y aún los no expertos en la materia, pueden reconocer al primer golpe de vista la grafía de este maestro.
Nos encontramos aquí con unos de esos seres privilegiados que son capaces de hacer las cosas que realmente gustan y transformarlas además en un medio de vida productivo y satisfactorio. Las obras representativas de este fotógrafo Sudamericano demuestran qué puede hacerse con una cámara y una película si son usadas como medio creativo y no meramente como un fin en sí mismas.
Fotos que no necesitan comentarios adicionales. Su fuerza de expresión desafía cualquier intento de manifestación verbal. Y quienes las han visto, las califican como genuinas obras de arte.
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